Factores como obesidad, malos hábitos alimenticios y de hidratación, poca o nula actividad física, malas posturas al cargar, posturas repetitivas en el trabajo como permanecer mucho tiempo parado o sentado, así como accidentes automovilísticos o caídas y procesos degenerativos propios de la edad, agravan los síntomas día con día.
Desde un enfoque quiropráctico es importante determinar el estado actual o condición de los discos intervertebrales, tu quiropráctico te realizara pruebas específicas termo escáner, exámenes biomecánicos, ortopédicos y posturales, de imagen: radiografías, resonancia magnética o tomografía axial computarizada. para determinar el grado de degeneración o herniación, posición, así como el método de corrección a utilizar.
Afortunadamente en la actualidad los problemas de disco intervertebral son tratados con técnicas conservadoras, no invasivas, sin cirugías, ni medicamentos, siendo el cuidado quiropráctico el de mayor éxito, ya que te ayudará a regresar a tus actividades en el menor tiempo posible, junto con ejercicio, buena alimentación e hidratación podrá tener grandes resultados a corto y largo plazo.